
A propósito de un caso :
La Capsulitis Adhesiva u hombro congelado, donde la cápsula
queda adherida a la articulación, cursa con dolor, limitación del rango articular y pérdida
funcional. Puede ser tratada sin cirugía o con ella. En ambos casos la
rehabilitación de la función del hombro va a necesitar de la fisioterapia. Esta
rehabilitación va a ser en todos los casos lenta, hablando de tiempos de
recuperación que van entre los seis meses y hasta dos o tres años, sobre todo
por que cuando el paciente es intervenido ya han pasado meses desde que se le
diagnosticó.
Cuando se realiza
cirugía por artrólisis artroscópica se produce una incisión en la cápsula
articular con el objeto de liberar a la articulación glenohumeral de la
adherencia tisular capsular y poder recuperar la función. A esta intervención
puede añadirse una movilización forzada, bajo anestesia, para llevar a la
articulación glenohumeral a sus rangos fisiológicos normales. Con esta maniobra
se fuerza al húmero a vencer la adherencia de la cápsula, comprobando que no hay
bloqueos óseos que impidan el recorrido fisiológico articular, cuando no hay
dolor, y trazando así un primer camino hacia la completa movilidad.
Pero esta maniobra,
invasiva, tiene sus consecuencias. Se produce rotura de tejidos con la
correspondiente inflamación y dolor postquirúrgicos y el hombro queda
incapacitado.
La clínica cursa con
alteraciones de la movilidad en los tres planos de acción del hombro, con
retracciones musculares de defensa del dolor y con debilidad muscular.
Es esencial el iniciar
lo antes posible la rehabilitación. De hecho se inicia a los pocos días de la
intervención. ¿Por qué? Pues para evitar las rigideces que nos puede producir
la inevitable y desordenada fibrosis que se producirá en el proceso de
recuperación del tejido capsular roto en la cirugía y que si se instaura puede
afectar y alterar la función del hombro.
Los
objetivos de la rehabilitación son:
1)
Tratar el dolor
2)
Trabajar la movilidad para mantener y aumentar
progresivamente el rango articular.
3)
Trabajar la fuerza muscular y prevenir la
atrofia asociada a limitación funcional.
En el proceso rehabilitador se incluyen dos sesiones iniciales. La
primera, prequirúrgica, es la enseñanza de ejercicios de movilidad activa de
las articulaciones cercanas, muñeca, codo y raquis cervical para conservar la
función global y de movilidad pasiva para el hombro, con los pendulares de
Codman. En la segunda, postquirúrgica, en base al resultado, se traza el plan
definitivo, añadiendo, quitando o modificando el protocolo estandar en cuanto a
ejercicios.
Una sesión tipo es la siguiente:
-
Electroterapia:
Interferenciales Analgésicas (Media
Frecuencia)
Electro Estimulación (Baja Frecuencia)
-
Movilización Activa en el plano de la
Flexo-extensión
-
Movilización Autoasistida con poleas
-
Movilización pasiva con pendulares.
-
Tonificación Isométrica con pelotas de goma
espuma
-
Tonificación Isotónica
con banda elástica.
-
Movilización manual
para mantener el R.O.M y elastificar tejidos.
-
Crioterapia.
La movilización manual es el mejor indicador de la evolución del paciente,
ya que el fisio detecta directamente respuestas articulares y musculares y procede progresivamente bajo la premisa del
“no dolor”, con el objetivo de que el
paciente cree patrones motores correctos e indoloros de movimiento.
Caso Clínico: Paciente. A.P.A.
Varón intervenido quirúrgicamente con
artrólisis artroscópica y realización de movilización articular bajo anestesia.
Durante las primeras sesiones el paciente presentaba bastante
restricción dolorosa a la flexión y a la abducción, a la vez que dolor de tipo alodinia a la presión leve generalizada
sobre todo el hombro, y más localizada sobre la articulación acromio clavicular, el surco
intertubercular y el punto de incisión de la artroscopia. Por otra parte tenía
buena movilidad del muñón del hombro, pero tenía debilidad muscular y una
atrofia moderada.
Transcurridas varias sesiones se vio una evolución en la fuerza y una
ganancia moderada de los rangos de flexión y abducción; pero el dolor seguía
siendo muy intenso al aplicar una muy, muy leve presión sobre los puntos
citados antes.
Se decide añadir técnicas de crioterapia previas a la movilización. Esta
resulta efectiva, ya que el paciente deja de sentir dolor, tras un masaje con
hielo, sobre los puntos hiperalgésicos. La aplicación de esta técnica fue clave
ya que se empezó a crear un patrón indoloro a la leve presión, en los puntos
donde antes había una hiperreactividad al dolor.
El Síndrome Subacromial
Impigment,Luxaciones,SLAP,Tendinitis,Bursitis
Las afecciones de hombro propias de "atletas
lanzadores", de "trabajadores que mantienen mucho tiempo los brazos elevados" y por "envejecimiento", son:
a) El Pinzamiento( Impigment) del Manguito Rotador, cuyo tendón más comúnmente afectado es el del Músculo Supraespinoso ,
b) Las inestabilidades glenohumerales que cursan con Luxaciones o Subluxaciones,
c) Las lesiones en SLAP o desgarro del Labrum superior en sentido antero posterior
d) Las Tendinitis del Manguito Rotador y la Bursitis Subacromial.
Todas ellas acaban produciendo el síndrome subacromial por pinzamiento, roce o impacto de las estructuras blandas miotendinosas del manguito de los rotadores, de la porción larga del bíceps, y de la bursa subdeltoidea, que se produce cuando estas chocan contra el arco coracoacromial, formado por estructuras duras situadas por encima de ellas; estas son el acromion, el ligamento coracoacromial y la articulación acromioclavicular.
a) El Pinzamiento( Impigment) del Manguito Rotador, cuyo tendón más comúnmente afectado es el del Músculo Supraespinoso ,
b) Las inestabilidades glenohumerales que cursan con Luxaciones o Subluxaciones,
c) Las lesiones en SLAP o desgarro del Labrum superior en sentido antero posterior
d) Las Tendinitis del Manguito Rotador y la Bursitis Subacromial.
Todas ellas acaban produciendo el síndrome subacromial por pinzamiento, roce o impacto de las estructuras blandas miotendinosas del manguito de los rotadores, de la porción larga del bíceps, y de la bursa subdeltoidea, que se produce cuando estas chocan contra el arco coracoacromial, formado por estructuras duras situadas por encima de ellas; estas son el acromion, el ligamento coracoacromial y la articulación acromioclavicular.
Es la afección conocida como
Impigment cuyos principales síntomas son el dolor y la pérdida de función de
elevación del brazo, acompañados de otros como la rigidez, pérdida de velocidad
en el lanzamiento, fatiga muscular e inestabilidad articular.
El impigment puede producirse por mala formación anatómica del arco coracoacromial
sobre todo con un acromion ganchudo
hacia anteroinferior; es el conocido como pinzamiento primario. Pero el
motivo más común es la continua
solicitación del gesto repetido y continuado de elevación del brazo por encima
del hombro, muy propio de deportistas lanzadores o trabajadores que tienen los
brazos elevados durante largos períodos, y que es conocido como pinzamiento
secundario.
Etiología del Impigment en "Lanzadores"
La etiología del impigment secundario en lanzadores es variada. Puede
producirse por debilidad de los músculos del manguito de los rotadores ,
lo cual al darse la fatiga de los mismos dejan de cumplir su función
estabilizadora del húmero en la glenoides y se produce un desplazamiento
anterosuperior de la cabeza del mismo que impacta contra el arco
coracoacromial, y pinzando el tendón. Aquí también se puede incluir como causa,
el desequilibrio entre los músculos que
producen la aceleración y los que la
deceleran, durante el repetitivo gesto
del lanzamiento
También puede
producirse por discinesia escapular o movimiento anómalo de la escápula durante
la elevación del brazo, lo que trastoca el ritmo escápulo humeral fisiológico.
La causa suele ser un desequilibrio muscular de los rotadores de escápula
durante la elevación del brazo, sea en flexión o en abducción, donde se rompen
las cuplas o equilibrio de fuerzas opuestas en pro de la ejecución de un
movimiento. Estos músculos son el trapecio superior e inferior y el angular
frente al serrato anterior. La disfunción de alguno de ellos acaba alterando el
movimiento glenohumeral y produciendo el desplazamiento de la cabeza humeral
sobre el arco coracoacromial y provocando impigment.
También
puede ocurrir por una disfunción de los elementos estabilizadores pasivos de la
articulación glenohumeral, muy frecuentes en deportistas lanzadores.
Estos son, la cápsula articular,
los ligamentos glenohumerales y acromioclaviculares, el ligamento
coracoacromial y el rodete glenoideo. Su función es limitar el movimiento hasta
el rango fisiológico a la vez que no restringirlo. En el atleta lanzador se
suele dar una contractura de la cápsula posterior simultáneamente a una
relajación de la cápsula anterior, lo cual se refleja en un déficit de la
rotación interna (DRIG) a la vez que una ganancia excesiva de la rotación
externa (GRE). Cuando el DRIG es mayor
de 25º se habla de hombro de riesgo.
Una falta de limitación por laxitud capsuloligamentaria produce
inestabilidad glenohumeral y pérdida del balance muscular periarticular del
manguito rotador , con lo cual hay
desplazamiento de la cabeza humeral hacia anterosuperior ; una
restricción por contractura de la cápsula posteroinferior produce una
hipertrofia capsular que limita sobre todo la rotación interna, además de la
flexión y la addución; la consecuencia
es que la retracción capsular produce traslación anterosuperior de la cabeza
humeral. Esto sucede por la unión anatómica de la cápsula posterior
con el tendón del manguito rotador, el cual, ante la retracción, no es capaz de
mantener la cabeza humeral centrada en la glenoides.
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